Te dicen que pases a buscar a tu hija a las 15:30 por la puerta del colegio.
Agarrás al vástago menor, el Maclaren y las llaves, y salís con tiempo. Igual, llegás temprano.
Cómo me cuesta socializar con las otras madres. Mirá que ya tengo años de hija en edad escolar, pero igual.
La de rulos, madre de Manu no sé qué me viene a saludar.
Después la linda, la madre de la rubia alta, que no sé cuál de las dos Biancas es (mirá que dos Biancas en una misma clase...)se acerca y ambas me proponen festejar el cumple de las bestias el mismo día en el PDLC.
Conmovedor.
Hasta saben en qué mes cumple Martina.
Si ellas se acercan, yo me relajo y me suelto. Pero no me sale ir y saludarlas. Nunca me sale. Trato de evitar la salida del colegio porque me atora. Me dan nervios y la paso mal.
15:30 llegan los micros con una orda de bestias salvajes, todos colorados, mugrientos y rotosos, a los gritos, "entonando" un cántico alusivo a la llegada.
Una porquería.
Se baja la Burli, mi pobre Burlita que no puede ser más pálida, con los cachetes hirviendo de sol.
Cargada hasta los dientes.
A la noche
B: Ma, no sabés, me RE gustó el mate cocido!
L: Sí?? qué bueno!!!! Lo tomaste?
B: No
L:...
L:...
B: Es que no me gustó como para tomarlo
L:...
L: ah, claro. Para regar las plantas, por ejemplo.
Imaginate.
Es bueno saber que las cosas todavía no cambiaron taaanto.