BIG YELLOW TAXI

Date cuenta de que estaba casi prohibido tan sólo mencionar ciertos asuntos.
Todo pendía tan de un hilo (la "ideología" y eso) que bastaba con que, por ejemplo, se supiera que tu hermano cursaba en la U.B. para que se te derrumbara la imagen.
No decías UB, salvo para despotricar.
Se trataba de disimular lo máximo posible, el hecho de ser seguidor de cualquier programa de TV de aire. En cambio, se citaban, by heart, guiones enteros de Seinfeld.
Te tenías que saber algunos títulos de cine italiano, alguna ópera en Alemán. Ojo, en alemán.
Podías ser fana de Leonardo Favio. Era pintoresco.
Estaba bastante bien visto tener tipo *todos* los discos de Prince, y decir que era el mejor músico de la historia. Él y Joni Mitchel.
Los gatos a los perros.
Leías mucho material de EUDEBA y después soltabas frases ad-hoc, como propias, teorías enteras, rogando que tu interlocutor no hubiera estudiado a, no sé, desosiur.

Pensaba ésto, hoy, caminando por chinatown, escuchando Cristian Castro, justo al pasar por las puerta del bar que re-abrieron esta mañana, y que, como en el SIM CITY, igualito al SIM CITY, se va llenando de tipitos.