Friday, December 08, 2006

STRANGERS

A quién se le ocurría desearme buena suerte?
Por qué el kiosquero me decía, "chau, chicas, buena suerte!".
Era asqueroso saber que luego de aquello, miraba cómo se nos movía la cadera al caminar.

Y qué comentás, después, kiosquero degenerado? Qué le decís al tarado que tenés de repositor?
Le decís "mirá qué buen culo"?

Me daba repulsión que vos, inmundo, me desearas buena fortuna.

Y qué manera de escuchar pelotudeces en un mismo día. En un ratito nomás. Digo, mirá la cantidad de pelotudeces que debés decir, si en un rato te mandaste, ponele, cuatro.

Entre Alvear y Pepino "la ropa subió un 100% en los últimos meses". Entre Pepino y Macdonalds "Con este calor, pensar que hay gente que va a un baile y baila toda la noche". Y así.

Qué desgracia. Quiero tener, en el fondo de mi casa: Un kiosco, un autoservicio chino y una flota de taxis que maneje yo.