Tuesday, August 22, 2006

EX-QUISITA

Por ejemplo acá en el trabajo (porque estoy en el trabajo), si no me sale una conexión cruzada (qué término traducido!) o ponele el coso me tira errores en chino, entonces, lo primero que me sale es llorar.
No es que llore, porque lo reprimo. Pero te juro que moquearía como bebé.
Acto seguido, como no pude llorar, me dan ganas de romper todo.
Te descuidás y rompo todo.
Pero tampoco es cuestión.
Así que no hago nada. O casi nada.
Grito un poco. Pregunto en voz alta por qué es que me tomaron para hacer este trabajo de mierda, que no entiendo y nunca entenderé. Que qué me vieron. Y eso.

Me pasa en casa también.
Por ejemplo la vez del postre ese con masa de galletita partida, que cuando lo fui a servir se me desarmó. Agarré la cuchara y lo hice mierda.
Yo te hago más mierda, postre de mierda.


Es que yo puedo estar en todo.
Pero no quiero.