Thursday, March 09, 2006

MACEDONIA

Cuando mi chico se va de viaje, yo re descontrolo. No querés saber las locuras que hago.
Es que claro, yo toda modosita, trabajadora, mujer, madre. Todo muy responsable. Pago las cuentas, hago trámites (jamás imaginé que sería capaz de "hacer trámites"), organizo la casa, el colegio, las carpetas, la comida, la vianda, los cumpleaños, yadda, yadda, yadda.

Pero ponele que una vez por lustro, los planetas se alínean y sucede que la Burli se va una semana a Uruguay con los abus, y que J 3 días al sur por laburo y yo, casi te diría por primera vez en mi vida, me quedo sola.
Con: la cama para dormir trasversal, la heladera vacía y sin nadie que reclame alimento, la mañana con la casa vacía para poder poner música y hacer ruido.
Y las noches, Oh, las noches. Ahí el descontrol, la desmesura, lo que no se puede medir.

Por ejemplo, hace dos semanas. Noche de viernes en soledad.

En casa, con FF y Ami, tomando coca y Gingerale.

Juguemos a algo. Al TutiFruti por ejemplo.
Una hora después, teníamos la lista de rubros:

* Marcas de ropa wannabe
* Conchudos
* Defectos que hacen que no quieras tener una segunda cita
* Hedores (no vale la subjetividad. Tipo: a mí no me gusta el olor a morrón asado. No, vale ponele: olor a pantorrilla gangrenada)
* Músicos que apestan
* Personas que son "people"


definitivamente, un día posteo los resultados.

Y bueno, luego, claro, derecho a la granja de recuperación.