Monday, November 14, 2005

BANCO DE TOKIO

Uno, que dormita, estrechando con amor su Teddy Motorola.
Una, que llega sola y despliega una Cosmopolitan (seguramente en la nota cuyo título reza "10 trucos para volverlo loco").
Otros dos, que describen cómo se comieron a alguna adolescente fascinante en el fin de semana (que quede claro: no me va ni un poco eso de "comerse")
La que va girando como agujas de reloj para tener el sol siempre de frente.
La que mordisquea una penca de acelga, que luego llegará a su casa y devorará un budín de pan.
El que se sacó los zapatos y casi casi que se siente en la pradera.
La de los taquitos.
La que combinó su atuendo casi obsesivamente (las cortina de sus casa deben concatenar con su color de ojos (pero a que su piyama está lleno de agujeros)).
Yo, que leo "...Más tarde sé que se llama Panter y no sé qué pensar...", me como un pebete de queso y pienso en los coditos de mi beba.