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Si este espacio (Dios, qué palabra más psicoanalizada..."este es tu espacio. Lo único que importa acá es lo que vos deseás". Cositas implicadas en el hecho de haber elegido una analista lacaniana)tuviera categorías, subdivisiones, lo que hoy nos convoca bien se podría enmarcar dentro de los umbrales de "la resentida".
Todo esto mal mirado, claro está. A veces es la mejor manera de mirar. Otras, la única.
Con M (no recuerdo cuál de la dos) hablábamos el otro día de la gente que habla necesariamente en plural para cosas que no lo ameritan. Tomemos como plural no solo la "persona": "A nosotros nos encanta el Sushi" sino la variante más despreciable de todas: "Con Pabli estamos tomando clases de tango" o "Con Diegui pensamos..."lo que sea.
Onda, loca, por Dios, no podés ser tan pelotuda (me violenta sobremanera). Ponele, hay cosas que sí. Fuiste al supermercado, bien. Todos vamos al supermercado. Pero el asunto es la enunciación. Cómo se cuenta la historia: "Hoy a la tarde con Pedri, fuimos al jumbo." seguro has de haber adquirido ciboulette para luego no tener la menor idea de cómo utilizarla y terminar tirándola junto con la pasta de marshmellow, los nachos saborizados, los kakis y el jugo de tomate y zanahoria.
Pero claro está que no es necesario el plural cuando se narra la visita al supermercado, no? "qué hiciste hoy?" "nada, fuí al super". Ponele.
Igual, no es de esos tópicos que puedo detestar con toda claridad. No es como la de los rulos. No. Es como adivinar en ese comportamiento, no solo la estupidez de quien no puede conservar la independencia en cosas tan estúpidas como "limpiar la casa". Me molesta que todas y cada una de las veces hayan sido mujeres las retardadas. Mujeres cuyos tipos solo suelen renegar de los momentos compartidos.
Avivate boluda.
Despegate. Andá por la vida. Y de vez en cuando mirá a tu costado y alegrate. Y otras no, otras deseá estar sola. Maldecí el día en que conociste asemejante energúmeno.