Monday, March 21, 2005

I´D RATHER NOT

La cuestión es que por ejemplo, ahora tengo un ahijado, que no puede ser más divino. Asi nomás, no puede ser más divino. Si se propusiera serlo, no podría.
Y en 3 meses y medio me nacen dos sobrinos, los dos, hijos de mi hermano. Sí sí, mellizos.
Hay más grasa que "los melli"? Fascinada estoy con los melli. Y con el ahijado.
Igual, el primero de la camada fue Jacinto, la pulga. Que ya tiene como 2 meses y medio. Es el adulto. Onda, ya se ríe y esas cosas.

Llego al sanatorio, a visitar a sendas madres y me tiento, cómo no. Claro que me tiento. Estar ahí, con la cunita espacial al lado de la cama. Y una, verde, ojerosa, con la lagrimita ahí, siempre ahí. Mirando al crío con mezcla de amor y desconcierto. Pensando "vos no tenés idea de nada, pobrecito hijo mío".

Porque yo no pasé por esa. Mi niña estuvo lejos mío los primeros tiempos. Bueno, no lejos, pero nada de cunita al lado de la cama, ni de "ponela en el pecho a ver si se prende". Era demasiado prematura pobre mi Burli. Toda mínima.

Y ahora, que ya pasaron 9 años y monedas, veo a todos estos bebes preciosos y me tiento, claro que sí, pero con serenidad. No como cuando era pendeja que iba a visitar a algún amigo de mis viejos que acabara de ser padre y no veía la hora de estar en esa situación. Digo, lo vivía con ansiedad, de la mala, supongo porque sabía que todavía faltaba mucho.

Ahora no, ahora es cuestión de decidirlo, sacarme el bendito dispositivo, y seguir con lo mío.

Bueno, ahora que es lo más fácil del mundo, prefiero no. Elijo tener a Jacinto, a Amadeíto, a Lola y a Teo. Y viajar, y salir con mi chico por las noches. Y mirar a mi hija, ya grande y tan independiente. Y pensar, un día de estos me saco el DIU y a la mierda. Un día de estos, o de aquellos. De aquellos mejor.