Thursday, December 09, 2004

PICTURE YOURSELF IN A BOAT ON A RIVER

Tengo como esa cosa de querer "eternizar" momentos, épocas, palabras, miradas. Como si tuviera miedo de olvidarme.
Llevo experimentados todos y cada uno de los métodos eternizadores.
Llamese: fotos, diarios, grabaciones, videos, fotos, fotos, fotos.

Tengo trillones de fotos. He llegado a sacar un rollo por día.
Sí sí, 1 per day. Una estupidez, lo se. Martina con jardinero rayado y remera blanca entre las plantas, Martina con jardinero rayado y remera blanca durmiendo en una silla, con las gatas, comiendo, lavándose las manos, jugando, con un libro, conmigo frente a un espejo. TODAS I-GUA-LES.

El tema es que mientras lo estoy presenciando, se ve de lo más interesante y adorable. Y yo, pretendo captar la escencia con mi cámara. Y voy ilusionadísima a buscar los revelados, y caigo, caigo rotundamente en la cuenta de que ni tengo una buena máquina, ni soy una excelsa fotógrafa, ni hay forma de que pueda eternizar el calorcito que hacía en el parquet, mientras miraba dormir plácidamente a mi hija. O el ruido de la risa, o el fresco del ozono antes de llover.

Entonces escribo. Pero claro, claro está que lo mío no son las letras. Que tratando de describir un viernes en llamas, me sale una especie de documental del discovery. Y otra vez, la escencia...
Vos viste la escencia? Yo tampoco.

Igual, no aprendo. Me digo estavezsí, estoysegura de que aquella nube que parece una montaña de crema va a salir especialmente bien. Y no, por supuesto que no. Desde ya, cuando voy a por el esperadísimo revelado, se ve...UNA NUBE.

Será verdad, entonces, aquello de que la foto se roba el alma.
Qué guachada