Friday, August 31, 2007

MERRILY MERRILY MERRILY

Cuando era chica, en la quinta había unos sapos enormes, gigantes, que sólo salían a la noche.
En verano comíamos en el quincho. Papá hacía asado y yo me sentaba ahí un rato a esperar a que salieran los sapos de las cuevitas (que más de una vez inundé, deseando que emergieran).

"ahí va Roberto", y lo seguía a ver qué onda.

Si era demasiado, onda demadiado grande, sólo lo miraba y le caminaba atrás.
Pero había unos medianitos, así, ponele.

También había unas muñequitas que se compraban en Uruguay que se llamaban Pancitas.
Eran gorditas, con pelo y unos vestiditos.
Les podías comprar una cuna, un cochecito, esas cosas.
Yo tenía. Pancitas y accesorios.
Inés también tenía.

Bueno, esos medianos que yo sí me animaba a agarrar, son los que gozaban del privilegio de ser vestidos por mí con los vestidos de las Pancitas, y acostados en sus cunas.

Tipo, imaginate la cara del sapo.
Batracio anuro, claramente, no combina con "vestidito liberty".

Y así, cambiado y acostado, lo llevaba a pasear.
Pobre bicho.

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Monday, August 20, 2007

RAVE, UN2 THE JOY FANTASTIC

Me gustaba pensar en mí como un ángel.
Un ser sensible al que todos los perros y niños preferían.
Un alma elegida.
Una mujer excepcional, sin prejuicios ni pudores.
Sin culpas, ni arrepentimientos.

Me gustaba pensar en mí como una obra maestra.

Hasta que un día me di cuenta de que nada que ver.

Saturday, August 18, 2007

HÉCTOR

Si fuera hombre, de la cintura para arriba, sería igual que ahora.












Update:

Sería un pelín afeminado y glam.
Los de Miranda me habrían convocado, seguro.
Pero yo habría dicho que no, claramente, que de ninguna manera.
Pero igual, trataría por todos los medios, de que no me llamaran Héctor.
No, me presentaría como, digamos, por ejemplo, algo tipo "Pepe".

En algún momento habría flasheado con un Gallager, esa seguro.
Pero se me habría pasado al ponerme de novio con una chica, fanática de Frank Gehry.

Detestaría a las bailarinas de tango. Ni te digo a las músicas y a las hippies.
No le habría dirigido la palabra a ninguna de mis compañeras de Arquitectura.
Me habría enfermado cada uno de los inviernos cursados en Ciudad Universitaria.

Me sabría todas las letras de Prince, de Martes Menta y del Cuchi Leguizamón.

Y de la cintura para arriba, del lado de afuera, sería igual que ahora.

Thursday, August 16, 2007

M.M.

Me dice Entretanto que se muere por saber qué onda. Que me contagia un meme porque es de suma importancia que yo googlee mi apellido y transcriba, en este humilde espacio, los dos exponentes, parentela o casualidades, que considere más dignos de mención.

Mi chochera me dicta:

Que uno era un actor argentino, (1894-1969) que trabajó en 68 películas. Qué onda? Otra que Kevin Bacon.

Que la otra es una poetisa venezolana (1906-1956), que se casó a los 14 y tuvo 6 hijos y cuyo marcado erotismo fue subversivo para la época.

Es, también, un hueso del pie.
Decí que no es muy conocido como tal.
Claro, tipo, no es que me llamo “tobillo” de apellido. Si no, qué crueles mis padres, no?

Digo, por lo de Dolores…




Contagio a Connie, a Jade, y a Lo.
Copensé.

Saturday, August 11, 2007

BUT BE PREPARED TO BLEED

Me gustaba tanto, tanto más que todo lo que me había gustado, que cada día que se terminaba me daba tristeza.

O caminar por Serrano, un viernes de Mayo, después de un café en la plaza, unas galletas de canela todavía tibias, y hablar en voz alta. Hablarle a Serrano para escucharme. Para darme cuenta de que es real.

Y Serrano que me dice ya era hora.

If I could choose one day, I would choose that friday.


"Cause part of you pours out of me
In these lines from time to time"

Tuesday, August 07, 2007

KILLING ME SOFTLY

*No soy de las que andan en calzones por la casa, con una copa de Martini en la mano, y Nina Simone sonando de fondo.*


Cuando era chica y mi mamá me levantaba para ir al colegio, lo primero que hacía era ir al baño a hacer pis y lavarme lo dientes (antes de desayunar? qué onda?). Tenía tanto frío, pero tanto (mamá me decía que era porque me acababa de levantar) que cuando terminaba, metía el cepillo de dientes adentro de una de las toallas que estaban dobladas en el placarcito del baño. Y me daba tanta pena dejarlo solo, que le ponía la pasta al lado.
Durante como un año tuven en la cartuchera, una pelotita MÍNIMA de play-doh, colorada. Cuando me sentaba en el banco, sacaba la lapicera, ponele, y agarraba la pelotita, que se llamaba Carla, y la ponía ahí a un costado. Me hacía compañía.
Ni hablar de lo que sufrí cuando, en Mendoza, perdí al Hombrecito Reinaldo Jacobo. Aún no me recupero.
Después, un día, en invierno, me metí en la pileta con el agua podrida para agarrar un renacuajo. Lo tuve en un vaso, en mi escritorio por meses.
Nunca se abatració. Supuse que sería porque no tenía lugar, o algo. Ese tenía un nombre tipo Federico, pero no me acuerdo.
Yo hacía la tarea y me encantaba tener al renacuajo ahí en el vaso. Y eso que tenía un gato...
No sé.

Ahora, lo que más me gusta, es estar todo el día con mi bebé a upa.
Y que me refriegue la carita en el cachete.
A veces me meto en el baño para verlo en el espejo.

A La Burli le compré un oso que se llama "Little Lost Bear" y se lo meto en el bolsillo, para que lo lleve al colegio,

La transición no es lo mío.

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